Muchas gracias a todos por estar aquí. Hoy estamos pidiendo el Soterramiento tal y como fue convenido y protocolizado en 2006. Pero nuestra demanda es más grande. Lo que nos ha pasado a nosotros con el Ministerio de Fomento-ADIF, es algo compartido. Hoy tenemos gente de Valladolid, de Granada, que comparten nuestra situación y nuestros problemas. En realidad se trata de un problema nacional.
Si hacemos un repaso a todos los movimientos sociales durante los últimos 20 años, todos, absolutamente todos, comparten un factor en común. Todos son movimientos contra desarrollos urbanísticos no deseados por los vecinos y que, en muchas ocasiones, podrían haber sido parados por las respectivas fiscalías de medio-ambiente.
Nosotros lo intentamos y el fiscal de medio-ambiente de Murcia abrió causa en la Audiencia Nacional; sin embargo, la ambigua redacción legislativa española, incumple tratados internacionales que aseguran el acceso a la justicia, el Convenio de Aarhus. Y después de admitida en la Audiencia Nacional, la jueza a la que llegó nuestra causa no le reconoció al Fiscal de Medio Ambiente legitimidad para llevarla.
Aquí no sólo estamos luchando para que se cumpla con el soterramiento del tren en la ciudad de Murcia tal y como fue acordado en el Protocolo de 2006; en esa lucha local, estamos luchando por algo más grande, por la necesaria separación de poderes consagrada en la Constitución.
Estamos luchando por el cumplimiento de la legalidad, por un legalidad que no esté sometida a los vaivenes políticos, para que los fiscales de medio ambiente puedan parar estos desastres, no sólo urbanísticos sino también medio-ambientales.
El Ayuntamiento de Murcia tiene informes que avalan las tesis de la Fiscalía de Medio Ambiente de Murcia, incluso el Pleno aprobó la interposición de un recurso contencioso-administrativo contra el nuevo proyecto de Fomento; sin embargo, al estar bajo el paraguas del mismo partido son incapaces de actuar, ya que sus lealtades no se deben al pueblo. Pues sus intereses en algún caso pueden estar compartidos con esas grandes constructoras.
No podemos dejar que eso suceda nunca más. Esta manifestación no es sólo por el soterramiento, es por el cumplimiento de la legalidad. Y la llegada del AVE a Murcia es una obra ilegal. Es más, desde aquí os avisamos, el día 23 de Noviembre estaremos en Europa defendiendo esta idea y más tarde iremos a la UNECE en Ginebra. No vamos a dejar que incumplan y vamos a luchar para que lo que hemos pasado nosotros no lo pase nadie más. Por lo que en su momento os pediremos que os unáis a nuestra petición ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo.
Hoy estamos aquí, también, para denunciar que hay españoles de primera y españoles de segunda. Nosotros estamos hartos de ser españoles de segunda. El mismo día que ADIF nos vende a Murcia un préstamo participativo, negándonos a nosotros solicitar un préstamo al Banco Europeo de Inversiones que asegure en un futuro el proyecto de Soterramiento; el mismo día, os digo, aprueba y firma un préstamo con el Banco Europeo de Inversiones que asegura la construcción de la Y vasca y la realización de su red arterial ferroviaria.
Españoles somos todos por igual y resulta ingrato ver como las inversiones siempre se difieren a nuestras ciudades, Valladolid, Granada y Murcia, mientras para otros cumplen no solo de sobra, sino con lo que a los demás se nos niega.
Hoy estamos aquí porque nuestra reivindicación es clave, el cumplimiento del Protocolo de 2006, la Declaración de impacto ambiental de 2009 y, con ella, que el tren llegue soterrado al a ciudad de Murcia sin romper ninguno de los tráficos existentes.
No podemos aceptar, ni nuestros vecinos de la Vega Baja del Segura, Alicantinos, Valencianos, Oriolanos, que por la llegada del AVE en superficie en Murcia, para que el Partido Popular murciano se apunte un tanto para ganar las elecciones de 2019, se ponga en peligro una red de cercanías que mueve casi cuatro millones de viajeros, entre Águilas, Murcia y Alicante. Lo acaban de denunciar los sindicatos ferroviarios, mientras que engañosamente se publicita que el viaje Murcia-Alicante se acortará en 25 minutos, pero se oculta que el resto de las paradas se suprimirán.
Y todo sea por un AVE a Madrid dando tumbos por la Comunidad Valenciana abandonando la línea histórica Cartagena-Murcia-Cieza-Albacete que los murcianos del siglo XIX crearon y que vertebraba nuestra región. Y que lejos de acercarnos a Madrid, nos aleja de ella, pues nos obliga a recorrer 500 y pico kms en lugar de los 400 que ahora hacemos.
¿En beneficio de quién? De los intereses generales de nuestra región, desde luego no.
Madrid, 28 Octubre 2017